Tener un alto nivel de inteligencia emocional (EQ) cambia las reglas del juego.

Las personas con una alta Inteligencia Emocional son capaces de leer y responder a las emociones de los demás, de pensar en sus propias perspectivas y en las de quienes les rodean, y de tomar decisiones lógicas ante circunstancias difíciles.

De hecho, las investigaciones demuestran que las personas con una alta Inteligencia Emocional tienen un mejor rendimiento en el trabajo y son más colaboradoras. También es más probable que tengan éxito a largo plazo, tanto personal como profesionalmente.

Piensa en esto: ¿sientes que tú mismo te interpones en tu propio camino? ¿Desearías tener tanta confianza en ti mismo como tus compañeros de trabajo y líderes? ¿Tus grandes ideas no se llevan a cabo por miedo o dudas?

Si es así, necesitas desarrollar tu inteligencia emocional, ¡y rápido!

Aquí tienes diez maneras de potenciar tu inteligencia emocional ahora mismo:

Practica el Conocimiento Propio

El propio conocimiento (conciencia propia) es la base de los otros 9 consejos para potenciar la inteligencia emocional. Cuando tienes conciencia de ti mismo, comprendes y entiendes de tus puntos fuertes y débiles. Eres consciente de ti mismo cuando eres capaz de notar y reconocer tus experiencias, pensamientos y sentimientos internos sin juzgarlos. Hay muchas maneras de desarrollar el conocimiento propio. Una de las más eficaces es llevar un diario. Llevar un diario te da la oportunidad de frenar y reflexionar sobre tus experiencias, pensamientos y sentimientos del día a día. Este tipo de reflexión es una forma estupenda de comprender quién eres y cuáles son tus necesidades. Llevar un diario también puede proporcionarle un lugar seguro para explorar cualquier emoción o experiencia que estés evitando.

Pregúntate “a qué se debe” y sé sincero con la respuesta

Cuando experimentas una emoción difícil, es importante que te preguntes “a qué se debe” que te sientas así. La razón detrás de tus sentimientos puede ayudarte a encontrar una solución al problema. Siempre que sientas un sentimiento incómodo, como la vergüenza o el miedo, pregúntate “a qué se denbe” e indaga de dónde viene el sentimiento. Utilizando tus emociones como brújula, puedes encontrar su raíz y utilizar esa información para tomar mejores decisiones.

Sé flexible y adaptable

Las emociones pueden ser volubles y cambiar rápidamente, y las personas que las experimentan no siempre reflexionan sobre ellas. Tener una alta inteligencia emocional significa ser flexible y adaptable y estar dispuesto a observarte. Ser flexible significa estar abierto al cambio y a las nuevas ideas, y estar dispuesto a examinar nueva información y considerar nuevas perspectivas. La mejor manera de cultivar la flexibilidad es practicar la atención plena. La atención plena es la práctica de estar presente en el momento y prestar atención a los pensamientos, sentimientos y sensaciones corporales sin juzgarlos. Practicar la atención plena te ayuda a ser más flexible y a estar en sintonía con tus emociones, de modo que puedas tomar mejores decisiones, relacionarte mejor con los demás y afrontar situaciones difíciles.

Desarrolla una mentalidad de crecimiento

Una mentalidad de crecimiento consiste en creer que puedes aprender, crecer, cambiar y mejorar. Una mentalidad de crecimiento dice: “¡Puedo hacerlo!”. La mentalidad de crecimiento es estupenda para la inteligencia emocional porque te permite ver las situaciones difíciles como oportunidades para aprender y crecer. Una mentalidad de crecimiento también te ayuda a ser más compasivo contigo mismo y con los demás.

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Cuídate física, emocional y espiritualmente

Las personas con alta inteligencia emocional entienden que las emociones están ligadas a su salud física. Su salud física influye directamente en su salud emocional. Un cuerpo sano puede ayudarte a sentirse más feliz, más seguro de ti mismo y con regulado. Una dieta sana, dormir lo suficiente y hacer ejercicio pueden ayudar a potenciar tu inteligencia emocional. Un estado mental emocional sano significa ser amable y compasivo con uno mismo. También significa tener límites y estar dispuesto a poner límites a un comportamiento poco saludable. Una vida espiritual sana significa identificar y alimentar tus creencias personales. Tener una filosofía personal o un conjunto de creencias empoderadoras puede ayudarte a entender y navegar por las emociones de forma más eficaz.

Aprende a reconocer las emociones de los demás

Ser consciente de tus propias emociones es sólo una parte de la ecuación. También tienes que ser capaz de reconocer y comprender las emociones de otras personas. Aunque no puedes leer la mente de los demás, sí puedes leer sus emociones. Puedes hacerlo observando los comportamientos no verbales. Cuando estés en una conversación, busca activamente las señales no verbales. Si la voz o el lenguaje corporal de alguien cambia, puedes preguntarte: “¿Qué emoción podría ser esta?”. Una vez que seas capaz de reconocer las emociones en los demás, podrás responder a ellas con mayor eficacia.

No dejes que tus emociones nublen tu juicio

Las emociones pueden ser engañosas y pueden llevarte a tomar decisiones impulsivas de las que puedes arrepentirte después. Para potenciar tu inteligencia emocional y tomar mejores decisiones, tienes que ser intencionado y no dejar que tus emociones nublen tu juicio. Para ello, primero tienes que darte cuenta de cuándo sientes una emoción. Una vez identificada la emoción, tienes que preguntarte por qué te sientes así. Tienes que poner la situación en contexto para poder entender por qué tus emociones se están descontrolando.

Desarrolla autenticidad en tus relaciones

La autenticidad es algo que la gente valora mucho. Cuando eres auténtico en tus relaciones, estás siendo genuino y real con las personas de tu vida. Ser auténtico en tus relaciones significa ser abierto y honesto con las personas que te rodean. Cuando eres abierto y honesto, te permites ser vulnerable, lo que da paso a la gente para conectar contigo a un nivel más profundo.

Asume tus errores

Nadie es perfecto. Todos cometemos errores, ¡y eso está bien! Cuando cometas un error, intenta perdonarte rápidamente y seguir adelante. Ser crítico contigo mismo y darle vueltas a tus errores puede ser perjudicial para tu inteligencia emocional. En cambio, intenta ver tus errores como una oportunidad para aprender y crecer. Asumir tu responsabilidad y buscar activamente la manera de corregirlos es una de las mejores formas de potenciar tu inteligencia emocional.

Practica la empatía con los demás

La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar de otra persona. Ser capaz de empatizar con los demás es una parte importante de la inteligencia emocional. Cuando eres capaz de ponerte en el lugar de otra persona, puedes ver las cosas desde su perspectiva. Puedes entender sus emociones y responder a ellas de forma útil. Empatizar con los demás no significa validar sus emociones o estar de acuerdo con todo lo que dicen. Se trata de conectar realmente con ellos a nivel humano y utilizar esa conexión para ayudar a resolver los problemas.

Conclusión

Cuando se potencia la inteligencia emocional, se puede conseguir más de lo que se pensaba. Puedes tener más éxito en el trabajo y en tus relaciones, y puedes ser más feliz y saludable en general. Desarrollar tu inteligencia emocional no es fácil, pero vale la pena el esfuerzo. Si incorporas estos 10 consejos a tu vida, puedes estar seguro de que estás en el camino correcto para potenciar tu inteligencia emocional y alcanzar tus metas.

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